Cuando Ortega y Gasset afirmaba la frase "las ideas se tienen, en las creencias se está" apuntaba a que en nuestra vida existen unos hechos incuestionables, que no se ponen en duda, como por ejemplo salir de tu casa y saber que la calle se encuentra en el exterior. Sin embargo, las ideas pueden ser modificadas, de lo que se deriva que pueden ser creadas y construídas. En un mundo en el que, en gran medida, nos creemos virtualmente soberanos y somos efectivamente súbditos, en el que algo tan etéreo y abstracto como son las expectativas guían las decisiones económicas, y por ende, políticas, y por tanto nuestros destinos como ciudadanos, puede resultar muy fácil crear estados de opinión que en vez de avanzar por el bien de todos, guien los rumbos a retroceder para el conjunto y progresar para unos pocos.
Nos encontramos en un momento en el que las agencias de calificación, encargadas de asentar la "idea" errónea de dar alas a las hipotecas subprime y, por tanto con una gran responsabilidad en la génesis de esta crisis, siguen ordenando, calificando y determinando las inversiones, deudas, etc de otros países. El monopolio de estas agencias estadounidenses dirimen, en gran parte, los destinos económicos de los estados. A pesar de saber que sus opiniones son subjetivas y que muchos expertos las califican "de escaso rigor técnico", éstas se erigen como actos de fe a los que todas las fuerzas económicas sucumben. En el día de ayer Moody's rebajó la nota de solvencia de la deuda italiana advirtiendo en un informe que otros países del euro podrán también ver rebajada su capacidad crediticia. Estas estrategias son vistas por otros expertos como una manera de manipular la infomación para sacar inversiones de los países europeos (al bajar la calidad de su deuda) y trasladarla a Estados Unidos.
Estas medidas que trasladan el pánico a los mercados son respondidas con medidas de austeridad por los gobiernos europeos que lo único que provocan es la paralización de la actividad económica. Los recortes no producen emprendores, ni generan nuevas inversiones sino que desaceleran el crecimiento y no consigue resolver el principal problema español: el desempleo. Por lo que nos encontramos ante una paradoja, la austeridad no produce el avance, pero los mercados la exigen para que el país pueda sobrevivir. Por todo ello, es necesario tener presente que las "ideas" que tenemos, son construidas, por lo que su principal virtud es que se pueden cambiar y, nunca deben llegar al estado de "creencias", donde las alternativas desaparecen. Como apunta Marco Antonio Moreno, en su blogsalmon.com un grupo de abogados españoles unidos bajo la plataforma "Unión por las libertades civiles y el Observatorio de los Derechos Económicos y Sociales" han sido los primeros en tramitar una querella ante la Audiencia Nacional contra dichas agencias acusadas de controlar los mercados financieros en beneficio de sus propios intereses económicos. Se estima que pudieron ganar alrededor de tres mil millones de euros de beneficios. Éste es sólo un primer paso, el fin es conseguir un contra-relato donde las "ideas" construidas caminen hacia el progreso y no hacia el retroceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario