martes, 31 de enero de 2012

TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA
de Paul M. Sweezy
Resumen Grupal de los Capítulos I, II, III, IV, V, VI y VIII
                        Midori Abe
                            Mª Reyes Cala Siria
                                   Víctor Fernández Amor
                  Susan Parada

PRIMERA PARTE
VALOR Y PLUSVALÍA
I.    EL MÉTODO DE MARX
En este primer capítulo Sweezy expone los principales elementos de la actitud de Marx ante la economía política: el uso de la abstracción y el carácter histórico, las tendencias históricas y en un contexto específicamente histórico. Marx era un adepto del método abstracto-deductivo y progresaba de lo más abstracto a lo más concreto.  “La realidad social es el proceso histórico, un proceso que, en principio, no conoce finalidad ni estaciones de parada” (Sweezy, 1982:31).
Hay que aislar y analizar por el método de la abstracción las relaciones económicas que están debajo expresadas en la forma de conflictos de clase.  La sociedad dividida en la burguesía y el proletariado enfrentados sería el objetivo de la investigación.  La abstracción sería el método para aislar esta relación siguiendo dos pasos: alejar las relaciones sociales salvo las que hay entre capital y trabajo y reducir la relación capital-trabajo a sus características más relevantes.  La relación capital-trabajo es una relación de cambio (Ibid, 1982:27).  El Volumen I de El Capital demuestra un alto grado de abstracción en el análisis de la relación capital-trabajo.  Sweezy nos advierte del peligro de utilizar leyes deducidas en un alto grado de abstracción como predicciones del futuro.  Cita especialmente “la ley general absoluta de la acumulación capitalista” y las controversias de los antimarxistas.  Finalmente Sweezy destaca el principio de la abstracción apropiada como prueba de validez de la crítica a Marx. 
Sweezy cita a Lukacs: El método de Marx “es en su profunda esencia histórico”  (Ibid, 1982:30). Para Sweezy el marxista entiende el carácter histórico transitorio del capitalismo, lo que le permite mantenerse fuera del sistema y criticarlo intelectualmente y moralmente (Ibid, 1982:32).
II.    EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO
Sweezy analiza la distinción entre el problema del valor cuantitativo y el problema del valor cualitativo.  Marx distinguía el doble carácter del trabajo dentro de la producción de mercancías: abstracto, representado en el valor de la mercancía,  y concreto.  Un elemento central del problema del valor cualitativo es el carácter fetichista de las mercancías.  La teoría de valor de Marx difiere de la teoría de la economía clásica.
Nos explica Sweezy que Adam Smith no concebía la división de trabajo separada del cambio.  “El cambio es, en efecto, anterior a la división del trabajo y causa de ella” (Ibid, 1982:33).
Marx discrepa con Smith, niega que la división del trabajo esté vinculada al cambio.  La producción de mercancías es una forma de la vida económica.  El economista además de investigar las relaciones cuantitativas que surgen de la producción de mercancías, debe fijarse en las relaciones sociales subyacentes en las mercancías  (Ibid, 1982:35).  Sweezy nos hace esta reflexión: las tareas de la economía política son tanto cuantitativas como cualitativas.  Se considera la economía política una ciencia social de las relaciones entre personas y el valor de uso expresa la relación entre el consumidor y el bien.  Como el valor de uso no facilitaba una relación social, Marx lo excluía de la investigación de economía política.  Para él las categorías debían ser sociales representando relaciones entre personas.  Esto es totalmente contradictorio a la teoría económica moderna. 
La clave de la teoría de valor de Marx: “el cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productores individuales.  …el hecho de que las mercancías de que se trata son productos del trabajo humano en una sociedad basada en la división del trabajo…”  (Ibid, 1982:37).  Para Marx, el “valor que yace oculto detrás” del valor del cambio es la expresión de las relaciones sociales del trabajo.  Marx dice que el trabajo es la sustancia del valor (Ibid, 1982: 39).  El trabajo abstracto equivale a trabajo en general y es característica de toda actividad humana productiva. 
El análisis marxista del capitalismo empieza con la teoría del valor cualitativo con su base en la doctrina del Fetichismo de la Mercancía.
III.    EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO
Podemos decir que es esencial aplicar en nuestra sociedad y producción de ella el valor que adquiere el trabajo, tenemos que diferenciar la producción de los miembros así como su organización y distribución. Todo ello regulado por un sistema de leyes que rigen la actividad productiva de nuestra sociedad, en ello descubrimos formulación y teorías como es la teoría del valor cuantitativo, con fin de descubrir una parte de las leyes que rigen nuestra sociedad en la actividad productiva. En el cambio de mercancías por otras o de los propios servicios, hay una cantidad del valor de ellas que se deshace en el propio cambio. El valor de una mercancía esta cargado en primer lugar por el valor trabajo, que es socialmente necesario como el tiempo para producirlo. Aquí tenemos la variación que dependiendo del esfuerzo del trabajador así como su cualificación, surge la subdivisión según la cualificación del empleado sea necesaria así será su retribución, así como la cuestión de la habilidad que se desemplee en la producción. Son estas las características que hacen que los más cualificados no solo se preocupen de desarrollar su trabajo sino de supervisar el trabajo de los demás. Las cualidades que rodean a un buen empleado suelen ser vigor, destreza inteligencia, ambos para el trabajo simple como para el cualificado. El error usualmente cometido es creer que en el capital introduce toda la teoría del valor cuantitativo, parece creer que es un modo de evitar incomprensiones que podrían presentarse en su estudio.
En la sociedad funciona un sistema de oferta y demanda de empleo, como una mercancía mas, hay una teoría que incluye el estudio de la oferta y la demanda según sus precios, esta teoría de la oferta y demanda del trabajo nos demuestra que hay varias fuerzas que rodean a esta  estudio, dando así un sentido mas equilibrado a este sistema salvaje mediante un poder que legisle esos valores, es decir corregir las desviaciones que surjan entre oferta y demanda así como el precio del trabajo, que el precio del mercad coincida con su valor real, el problema del valor cuantitativo es que es un valor muy amplio que embarga las diferentes esferas del sector trabajo y que no se puede prescindir de las demandas del consumidor. Deducimos dos razones de las teoría de la opción de los consumidores en el mercado laboral, la primera es la demanda efectiva parcial a las necesidades de los consumidores, la distribución del ingreso  que estructuran la sociedad, esta hecha para tener en cuenta las relaciones productivas , en donde Marx diseñara las necesidades de los consumidores, determinara la asignación de los esfuerzos productivos en sociedad, el segundo factor relaciona los cambios que se producen en cualquiera otra identidad., pensar que las necesidades de los consumidores entran en una categoría de elementos reactivos de la vida social, requerimientos físicos o biológicos,. Una existencia determinada por su conciencia, por ejemplo el interés mostrado por el cambio económico, se han visto en la practica a reconocer la primacía de la producción y de la distribución del ingreso.
Según Marx la ley del valor resume las fuerzas productivas que ejercen en una sociedad, las producciones de mercancías, la cantidad, asignación de la fuerza de trabajo todo ello para satisfacer las necesidades de la sociedad, la ley del valor es una teoría de equilibrio esencial para el desarrollo de nuestra sociedad, un orden en un caos, su función explica como sucede y cual es el resultado. Según la asignación de la actividad y su control, la ley del valor pierde su importancia, surge la planeación socialista que busca ocupar la misma posición de la teoría del valor en una economía política.
El valor y su presencia en la producción pertenecen a la teoría del dinero y lo califica como precio de producción, los precios derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales, la opinión que ha prevalecido en la crítica angloamericana es que la teoría del precio de la producción no contradice a la teoría del valor.
El elemento del monopolio en la economía dificulta este concepto de la ley del valor, el control de la oferta por poder monopolista. Aquí la demanda adquiere un carácter especial por la cantidad producida que no hay competencia de producción, las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio en cambio no las cualitativas.
IV.    PLUSVALÍA Y CAPITALISMO
Debemos de ser consciente que son términos muy diferentes el capitalismo de la producción de mercancías, ya que es en el capitalismo donde todos los productos toman el concepto de mercancías, de igual modo que la producción de mercancías no implica solo capitalismo.
La propiedad de los medios de producción corresponde solo a un conjunto de individuos, tanto los medios de producción como las fuerzas de trabajo, son mercancías tienen un cambio y también tienen un valor. La compra y venta de fuerzas de trabajo es la diferencia principal del capitalismo. En el capitalismo se vende y se comprar con necesidad de satisfacer nuestras necesidades vendiendo y comprando mediante una transacción llamada dinero.
Podemos decir que los economistas ortodoxos, de que la adquisición de plusvalía como incentivo de la producción, proviene de una característica innata de la naturaleza humana para advertir cuán hondo es el abismo que separa la economía política marxista de la ortodoxa. Tendremos a menuda la ocasión de volver sobre este punto; mientras no se le haya entendido cabalmente, no puede hablarse de una genuina compresión de Marx.
Para descubrir el origen de la plusvalía es necesario ante todo analizar el valor de la mercancía fuerza de trabajo. Cuando decimos que la fuerza de trabajo es una mercancía, no queremos decir que el trabajo mismo sea una mercancía. Esta distinción debe ser cuidadosamente tomada en consideración.
El capitalista toma a salario al obrero para que éste vaya cierto día a su fábrica. Compra la capacidad de trabajo del obrero, su fuerza de trabajo; pero hasta aquí no se trata del gasto de cerebro y músculo que constituyen el trabajo real.
El trabajo en otras palabras, es el uso de la fuerza del trabajo, exactamente como, empelando la analogía de Marx, la digestión es el uso del poder de digestión.
La fuerza de trabajo es el trabajador mismo. En una sociedad de esclavos esto es obvio, ya que lo que  el comprador adquiere es el esclavo y no su trabajo. Bajo el capitalismo, sin embargo, el hecho de que el contrato de trabajo sea legalmente limitado o terminable. Puesto que la fuerza de trabajo es una mercancía, debe tener un valor como cualquier otra mercancía.
Volveremos más tarde a este problema. Por el momento debe advertirse en particular lo que sigue: que el valor de la fuerza de trabajo se reduce al valor de una cantidad más o menos precisa de mercancías ordinarias.
Es claro que la plusvalía no puede surgir del mero proceso de circulación de mercancías. Si todos pretendiéramos obtener una ganancia elevando sus precios, digamos en un diez por ciento, el único resultado sería la elevación de los precios en general  lo que a nadie beneficiaria. Parece ser igualmente obvio que los materiales que entran en el proceso productivo no pueden ser la fuente de la plusvalía.
Es verdad por supuesto, que de los materiales y la maquinaria se puede decir que son físicamente productivos, en el sentido de que la mano de obra que trabaja con ellos puede rendir una producción mayor que la mano de obra que trabaja sin ellos, pero la productividad física en este sentido no debe confundirse bajo ninguna circunstancia con la productividad de valor.
El capitalista compra la fuerza de trabajo en su valor, es decir, paga al obrero como salario una suma correspondiente al valor de los medios de subsistencia del obrero. Pero significa que después de seis horas de producción el obrero ha añadido al valor de los materiales y la maquinaria usaos, el valor adicional suficiente para compensar sus propios medos de subsistencia. El capitalista, podría vender el producto por lo exactamente suficiente para rembolsar sus gastos.
En las últimas seis horas, el obrero continúa agregando valor, pero ahora es un valor en exceso del necesario para compensar sus medios de subsistencia; es en suma, plusvalía que el capitalista puede tomar para sí.
La llana lógica de ese razonamiento puede expresarse de un modo más sencillo. Con su trabajo de un día el trabajador produce más que los medios de subsistencia de un día. La jornada de trabajo puede dividirse en dos partes, trabajo necesario y trabajo excedente. Bajo las condiciones de la producción capitalista el producto de trabajo necesario va a poder del obrero en forma de salario mientras que el capitalista se apropia el producto del trabajo excedente en forma de plusvalía.
Fenómenos que están presentes en todas las sociedades en la que la productividad del trabajo sea elevado por encima de cualquier mínimo. Lo específico del capitalismo es la explotación de la población por otra, se asuma esta producción de explotación en forma de plusvalía.
Los componentes de valor de los materiales y la maquinaria no sufren ninguna alteración cuantitativa de su valor y es denominado capital constante “C”. La segunda parte del componente del valor es la fuerza de trabajo que tiene una gran alteración de su valor y produce una plusvalía que puede variar según circunstancias. Podemos decir que es el capital variable “V”.
La tercera parte es la propia plusvalía “P” tratada como una mercancía. Esta simulación es la versión simplificada de los balances modernos redondeada en entradas brutas, ventas, capital, desembolso, depreciación y sueldos.  Dentro del capitalismo el producto del trabajo cobra valor en forma de dinero y esta determinado por tres factores, el tiempo, cantidad y cualificación, que determina lo producido, consumido y los excedentes, es decir la productividad total dentro de su trabajo,  estudiar la movilidad del trabajador y la retención ejercida en función de la percepción del trabajador son cosas indispensables en el sistema capitalista.
El capital variable es parte del capital total usado en la producción, siendo asi la composición orgánica del capital. Las tasas de ganancia es la parte de la plusvalía en proporción al desembolso total de capital, aquí el capitalismo utiliza la tasa de ganancia sobre la inversión en x tiempo.
SEGUNDA PARTE
EL PROCESO DE ACUMULACIÓN
V.    LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA
Sweezy a lo largo de su obra continúa abordando el concepto de “reproducción simple” refiriéndose a un sistema capitalista que mantiene las mismas dimensiones y proporciones. Para que este hecho se pueda llevar a cabo los capitalistas deben reponer anualmente “el capital gastado o usado y empleen toda su plusvalía en el consumo; y que los obreros gasten todo su salario en el consumo” (Ibid, 1982:87). Lo que significa como aclara el autor que “el valor del capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas dedicados a producir medios de producción” (Ibid, 1982:89). Por tanto, este concepto alude a una característica esencial del sistema capitalista como es su constante interés de “ampliar el capital” (91), de manera que parte de su plusvalía se convierte en capital adicional. Esta acumulación le permite poder poseer aún más plusvalía, que se vuelve a convertir en capital adicional y así sucesivamente. Este deseo de acumulación proviene del deseo del capitalista de aumentar el valor proviene de la posición que va a ocupar dentro de la organización de la producción social, ya que “el éxito en la sociedad capitalista consiste en aumentar el capital propio” (92) pues si no se continúa el camino  de la acumulación, se encuentra en el peligro de perderlo todo. En el análisis marxista se parte de que “la acumulación implica un aumento en la demanda de la fuerza de trabajo”, sin embargo, como apunta Sweezy la “fuerza de trabajo” no es una mercancía ordinaria, que ante una subida de la demanda de la misma aumentaría el precio de ésta. (96) Por tanto, era necesario ofrecer una respuesta a esta cuestión. Ricardo ofrecía la respuesta a través de la teoría de la población, sin embargo, Marx apunta otra argumentación. Para encontrar las causas de qué era lo que retenía a los salarios, Marx apuntó hacia la ideal del “ejército de reserva”, es decir, “obreros desocupados, que mediante su competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia abajo, en el nivel de salario” (100), su origen viene especialmente de aquellos que han sido desplazados por la maquinización del trabajo. De manera que “mientras más fuerte sea la tendencia de los salarios a subir, más fuerte será también la presión del ejército de reserva para contrarrestarla y viceversa” (101). Junto a esta destrucción del trabajo a través de las máquinas, las crisis y las depresiones se convierten en un factor importante para reconstruir “el ejército de reserva”. (102)
VI.    LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE LA GANANCIA
Por otro lado, otra de las leyes fundamentales de Marx es la “ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia”, donde se demostraba que ciertos obstáculos internos se oponían al “desarrollo indefinido de la producción capitalista” (109). Para ello Marx enuncia seis causas “que contrarrestan la tasa descendente de ganancia”. En primer lugar, “el abaratamiento de los elementos del capital constante”, donde el uso creciente de la maquinaria disminuye el valor por unidad del capital constante (111); en segundo lugar, “el aumento de la intensidad de la explotación”, como por ejemplo con la prolongación de la jornada de trabajo; “la depresión de los salarios más debajo de su valor”, “la sobrepoblación relativa, pues con la existencia del ejército de reserva conduce a la creación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja y una tasa de ganancia relativamente alta (112) y el “comercio exterior” al abaratar los elementos del capital constante. A pesar de todo, Sweezy realiza una crítica y apunta que lo que se puede decir sobre este tema es que “la tasa de ganancia bajará si el porcentaje de la plusvalía es menor que el porcentaje de la disminución de capital variable con respecto a la total” (115). Este autor en este capítulo pone de manifiesto que no es posible demostrar una tendencia descendente de la tasa de ganancia comenzando el análisis por la composición orgánica ascendente de capital (118). Lo que sí queda claro, es que la “composición orgánica del capital tenderá a restablecer la tasa de plusvalía, y en esa forma, a acrecentar el volumen de la plusvalía más allá de lo que éste hubiera sido en ausencia del aumento de la composición orgánica del capital” (119). Por otro lado, el autor apunta a una serie de fuerzas que son claves a la hora de deprimir por un lado, y elevar, por otro, la tasa de ganancia. Aquellos factores que la deprimen son: los sindicatos, la acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Por otro lado, aquellas fuerzas que elevan la tasa de ganancia son: las organizaciones patronales; exportación del capital; formación de monopolios y acción del Estado en beneficio del capital. 
TERCERA PARTE
CRISIS Y DEPRESIONES
VIII.     LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS
A lo largo del capítulo, el autor dice que el estado juega un papel importante en el proceso económico, no solo político. Aquí presenta un tratamiento teórico sumario del estado que sea consecuente con las numerosas observaciones dispersas de Marx sobre el asunto y que provea el suplemento necesario al cuerpo principal de principios teóricos que se refieren al desarrollo del sistema capitalista.
Sobre la función principal del estado, los marxistas tienden a considerar el estado como una institución establecida en interés de la sociedad para fines de mediación y conciliación de las clases sociales (lo mismo que el sistema de relaciones de propiedad; porque esas relaciones de propiedad definen y demarcan la estructura de clase de la sociedad). Frente a esta teoría, la teoría de la dominación de clase, que el estado es hijo de la clase dominante (beneficiario) de relaciones de propiedad que él tiene la obligación de hacer efectiva la estructura de la clase misma. En la sociedad capitalista, la dominación de clase y la protección de la propiedad privada son idénticos pero en término marxista no lo son.
El estado ha desempeñado un papel decisivo en el funcionamiento económico dentro de los marcos del sistema de relaciones de propiedad capitalista que garantiza. Marx examina “la lucha por una jornada de trabajo normal” en el desarrollo histórico del capitalismo inglés. Primera fase, las leyes extendieron la duración de la jornada de trabajo, segundo, la resistencia de la clase obrera y limitación del tiempo de trabajo por ley y por último, los trabajadores se ponen de acuerdo entre sí. De aquí concluye Engels que la legislación tiene un efecto tan tajante y el poder del estado es también económico y que no está excluida de los factores causales del cambio histórico.
¿Bajo qué circunstancias y en interés de quién el poder económico del estado será puesto en acción? Primero, se acude al poder del estado para resolver problemas en el desarrollo económico capitalistas y segundo, que en el sistema capitalista el poder del estado se utiliza para la clase capitalista bajo su dirección y por último, se puede utilizar también al estado para hacer concesiones a la clase obrera siempre que no ponga en peligro el sistema.
Sobre la forma de gobierno, el autor se pregunta si ¿es posible que los principios de la acción del estado que han sido examinados no tengan validez en una sociedad capitalista plenamente democrática? La teoría marxista responde que la democracia no altera la significación básica del estado en relación con la economía. La democracia soluciona los problemas de sociedad capitalista; limita la libertad de los capitalistas para el uso del estado en su propio beneficio, etc. por lo tanto la rechazaban los capitalistas.

jueves, 26 de enero de 2012

Un conocimiento-descubrimiento compartido

Aprender conlleva buscar, buscar es investigar, para investigar es necesario profundizar y para profundizar es indispensable el entusiasmo y la curiosidad. Durante este cuatrimestre hemos recorrido el camino del aprendizaje colectivo y compartido. Más allá de intercambiar nuestros pareces a través de las noticias, y conocer conceptos básicos procedimentales y del sistema capitalista a través de las lecturas, hechos realizados durante la primera etapa de la asignatura, hemos ido poco a poco buceando sobre los conocimientos hasta que cada uno decidió el tema en el que pretendía centrarse. 

De ese modo, se pusieron en marcha los grupos. En él las individualidades se ponían en común y paso a paso, tras debates, encuentros y acuerdo de puntos de vista se iba forjando el trabajo compartido. En un primer momento, fue la búsqueda de información. Tras hacer partícipes a todos los miembros de lo investigado se pasó a dividir el trabajo, siempre informando al resto para no perder la perspectiva. Así, surgió la especialización de cada uno, que a la vez era fuente de conocimiento para el resto. Esta metodología de trabajo compartido ha guiado la pauta de la asignatura. Al final, un buen resultado, un conocimiento detallado de aquéllo que te interesa y una perspectiva amplia sobre el trabajo de los otros. Es decir, un continuo conocimiento-descubrimiento de contenidos, eso es lo que me llevo de este cuatrimestre. No sólo he descubiero Japón, trabajo en el que me centré, sino que Brasil, la "contra-cultura", China, la crisis agroalimentaria o la sostenibilidad del modelo de crecimiento. Estos temas han sido el resultado final del curso pero también el principio de las reflexiones.

El chino y portugués, valores de futuro

El portugués y el chino, dos idiomas de futuro, de perspectivas y de oportunidades. Brasil y China, dos economías fuertes. Brasil, la primera economía de América Latina y la segunda más importante en el continente americano. Al referirse a este país, los autores hablan de su superávit comercial y de la expansión en el comercio internacional; del superávil fiscal y la expansión del gasto social; la acumulación de reservas y la política energética basada en biocombustibles. Economía emergente que debe, en gran medida, su fuerza económica a las exportaciones y al descubrimiento de reservas de petróleo.

Por otro lado, China heredera de la administración centralizada entorno al río Amarillo, otra de las grandes economías. Es el mayor exportador mundial y el segundo importador más grande de bienes. Con estos datos, se sitúa como el país de mayor crecimiento económico mundial con una tasa anual de crecimiento del PIB en los últimos años de alrededor el diez por ciento. País de economía planificada, adaptable y con gran capacidad de predicción se está conviertiendo en la potencia del futuro.

Hablar chino o portugués se va a convertir en un valor seguro. Los europeos asentados en nuestros cimientos culturales e intelectuales, añorando glorias pasadas, estamos perdiendo el rumbo de nuestro futuro. Nuestros problemas internos nos superan y obstaculizan, perdiendo la perspectiva ante el tiempo que viene. Todas estas intrigas europeístas sólo retardan una posible salida sin advertir que el centro hace ya mucho que cambió de posición.

Sostenibilidad y futuro

La "sostenibilidad" es un término muy recurrente en diferentes campos del saber, como la Economía y la Ciencia Política. Siempre se habla de la "sostenibilidad del sistema, del modelo de crecimiento". Según la RAE, "sosteninilidad" es definida como "cualidad de sostenible", es decir, "proceso que puede mantenerse por sí mismo, como lo hace, por ejemplo, un desarrollo económico sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes". Desde la perspectiva de esta acepción del término, el concepto de sostenibilidad del modelo de creciemiento o del sistema sería incorrecto, ya que para conseguir la permanencia de estos modelos es necesario que exista una injerencia exterior.

En el mundo globalizado de nuestros días, la sostenibilidad pasa por la dependencia de múltiples factores. Los keynesianos dirán que para mantener el sistema es necesario un aumento de la demanda agregada; los neoliberales lo dejarían todo en manos del mercado. De una manera u otra, se pretende hacer sobrevivir a nuestro sistema, más allá de los desajustes y desigualdades que conlleva. 
En clase se ha hablado, de la "sostenibilidad del Estado de Bienestar", de cómo se ha ido recortando desde los años ochenta y cómo su desgaste aumenta con la crisis actual. Por otro lado, también se ha planteado la "sostenibilidad del modelo de crecimiento", ante un panorama de recursos limitados y de crisis cíclicas que paralizan toda actividad. Dentro de este panorama también se encuentra la crisis del mercado agrolimentario, donde especialmente desde 2007 y debido a diversos factores, como una climatología adversa, el incremento del precio del petróleo, el cambio climático, la disminución de la inversión en agricultura o la desregulación de los mercados. Al fin y al cabo, todo forma parte del mismo sistema circular. Todo son manifestaciones de los desajustes del sistema, que, a pesar de todo, siempre se reinventa. 

Si eso es así, el sistema capitalista se reinventará y se encontrarán nuevas maneras de hacerlo "sostenible". Para eso será necesario reinventarse con él. Así será un deber para ser competitivos el hecho de ser imaginativos y creativos, planificar, analizar, observar, aprender, estudiar, investigar, incentivar, ser productivos, jugar con las reglas. Lo importante es tener la voluntad y el tesón, tener capacidad de perspectiva y visión de futuro.

Internet y "contra-cultura", individualidades que se vuelven colectivas

Individualidad versus colectividad es como decir Internet frente a medios de comunicación convencionales. En la sociedad de la información en la que actualmente estamos sumergidos, los medios tradicionales siguen sobreviviendo. Su función principal consiste en continuar creando la opinión pública, de manera que homogeniza las sociedades dentro del pluralismo mediático existente. Sin embargo, Internet, más allá de sus orígenes dentro del ámbito militar, ha revolucionado la escena social y mediática. Su gran fuerza: la individualidad producida por su inmediatez. El surgimiento de fuentes de información alternativas intenta romper la homogeneización mediática, intenta crear nuevas perspectivas, nuevos mundos que escrutar, nuevas voces que leer. Ahí reside su esencia, en la búsqueda y el encuentro de nuevas vías intelectuales, culturales, emocionales... Pero esta individualidad, en determinados escenarios y situaciones concretas, también se colectiviza, las voces se unen en un único grito ante las injusticias y desórdenes sociales. Así ocurrió con las revueltas árabes, en Rusia, aunque de forma más tímida, también se ha salido a la calle ante el hartazgo de la corrupción. Las individualidades se unen para crear lo social, de ahí la fuerza de Internet.

Dentro de la amalgama de información existente en la sociedad, la "Contra-cultura" también entra a formar parte de ella. El rechazo de los valores dominantes, la prevalencia de valores minoritarios que, en gran cantidad de ocasiones, acaban siendo asimilados por la multitud, es el equilibrio que mantiene las preferencias de la sociedad. Esa "contra-cultura" que pretende estar fuera pero que en el fondo juega dentro, se potencia con las posibilidades desarrolladas por Internet. Esas individualidades minoritarias se unen para desarrollar una fuerza de "lo contrario". El marketing está siempre muy atento a todas estas tendencias para asimilarlas y convertirlas en un elemento más de la cultura, que creyendo ser rebelde, contribuye a la sostenibilidad del sistema.

miércoles, 11 de enero de 2012

La construcción europea y la crisis

A raíz de la primera exposición sobre la debilidad del euro y el estado de la cuestión de la economía en la UE, mi reflexión gira sobre la solidaridad en la construcción de esta unión y su planteamiento ante la salida de la crisis. Sarkozy anunció hace unos meses que Europa necesita "refundarse". La Europa individualista necesita hacerse más colectiva, necesita compartir los mismos parámetros fiscales y tener las mismas reglas económicas con el objetivo de penalizar los excesos de los Estados y los incumplimientos de los pactos (hecho que no contó cuando Alemania no cumplió el pacto de estabilidad).  Ese camino hacia una Europa más unida no tiene en cuenta los "eurobonos", es decir, una deuda pública con garantía europea que estabilizaría la deuda de los países más en riesgo y aumentaría en un dos por ciento aproximadamente la deuda alemana. Para eso no sirve el argumento de la colectividad ni de la solidaridad, olvidando que en una comunidad el futuro se realiza a través de las solidaridades de hecho. No hay que olvidar, que la UE pasó a denominarse con el término "unión" en lugar de "comunidad", concepto que alude a una mayor integración y sentimiento colectivo.
A pesar de que la situación es grave, esas posibles solidaridades se obvian, pues aunque el argumento alemán es que para que se lleven a cabo estos "eurobonos" es necesario cambiar el Tratado de Lisboa, hecho que también es necesario para llevar a cabo las reformas fiscales, la realidad es que piensan que a través de ese método se  facilitaría en demasía la situación de los países en riesgo sin pagar suficientemente la mala gestión de sus economías.
Por otro lado, la clave de las directrices del Merkozy se basan en la austeridad, elemento que es necesario tener en cuenta pero del que tampoco debe convertirse en la regla de oro. La actividad económica implica inversión y consumo, sin estos dos elementos la actividad económica se estanca. A más austeridad, menos inversión y menos consumo. Las políticas keynesianas van en la dirección contraria, es decir, en fomentar la inversión. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue obligado por Europa a abandonar dichas políticas e incidir en la austeridad. No hubo tiempo para que estas medidas pudieran ofrecer resultados, lo único claro es que el camino de la austeridad no mejoró la situación de España. Estos dos mecanismos responden a ideologías diferentes, pero lo que se olvida es que no deben ser excluyentes, pues aunque es necesario tener un control de las cuentas públicas no hay que obviar que sin el impulso de la actividad económica es muy difícil remontar. La pérdida de perspectiva es el mayor peligro en el que se puede caer.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Papá cuéntame otra vez... (música y realidad social)



Con estas palabras empieza una de las canciones de Ismael Serrano. Un grito a la rebeldía de los que luchan por la libertad y la democracia. Ahí va la letra, cuya última estrofa tiene una actualización continua (Bagdad, Afghanistán...):

Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito
de gendarmes y fascistas, y estudiantes con flequillo,
y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana,
y canciones de los Rolling, y niñas en minifalda.

Papá cuéntame otra vez todo lo que os divertisteis

estropeando la vejez a oxidados dictadores,
y cómo cantaste Al Vent y ocupasteis la Sorbona
en aquel mayo francés en los días de vino y rosas.

Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita

de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia,
y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo,
y como desde aquel día todo parece más feo.

Papá cuéntame otra vez que tras tanta barricada

y tras tanto puño en alto y tanta sangre derramada,
al final de la partida no pudisteis hacer nada,
y bajo los adoquines no había arena de playa.

Fue muy dura la derrota: todo lo que se soñaba

se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas,
y ya nadie canta Al Vent, ya no hay locos ya no hay parias,
pero tiene que llover aún sigue sucia la plaza.

Queda lejos aquel mayo, queda lejos Saint Denis,

que lejos queda Jean Paul Sartre, muy lejos aquel París,
sin embargo a veces pienso que al final todo dio igual:
las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más.

Y siguen los mismos muertos podridos de crueldad.

Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.