martes, 31 de enero de 2012

TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA
de Paul M. Sweezy
Resumen Grupal de los Capítulos I, II, III, IV, V, VI y VIII
                        Midori Abe
                            Mª Reyes Cala Siria
                                   Víctor Fernández Amor
                  Susan Parada

PRIMERA PARTE
VALOR Y PLUSVALÍA
I.    EL MÉTODO DE MARX
En este primer capítulo Sweezy expone los principales elementos de la actitud de Marx ante la economía política: el uso de la abstracción y el carácter histórico, las tendencias históricas y en un contexto específicamente histórico. Marx era un adepto del método abstracto-deductivo y progresaba de lo más abstracto a lo más concreto.  “La realidad social es el proceso histórico, un proceso que, en principio, no conoce finalidad ni estaciones de parada” (Sweezy, 1982:31).
Hay que aislar y analizar por el método de la abstracción las relaciones económicas que están debajo expresadas en la forma de conflictos de clase.  La sociedad dividida en la burguesía y el proletariado enfrentados sería el objetivo de la investigación.  La abstracción sería el método para aislar esta relación siguiendo dos pasos: alejar las relaciones sociales salvo las que hay entre capital y trabajo y reducir la relación capital-trabajo a sus características más relevantes.  La relación capital-trabajo es una relación de cambio (Ibid, 1982:27).  El Volumen I de El Capital demuestra un alto grado de abstracción en el análisis de la relación capital-trabajo.  Sweezy nos advierte del peligro de utilizar leyes deducidas en un alto grado de abstracción como predicciones del futuro.  Cita especialmente “la ley general absoluta de la acumulación capitalista” y las controversias de los antimarxistas.  Finalmente Sweezy destaca el principio de la abstracción apropiada como prueba de validez de la crítica a Marx. 
Sweezy cita a Lukacs: El método de Marx “es en su profunda esencia histórico”  (Ibid, 1982:30). Para Sweezy el marxista entiende el carácter histórico transitorio del capitalismo, lo que le permite mantenerse fuera del sistema y criticarlo intelectualmente y moralmente (Ibid, 1982:32).
II.    EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO
Sweezy analiza la distinción entre el problema del valor cuantitativo y el problema del valor cualitativo.  Marx distinguía el doble carácter del trabajo dentro de la producción de mercancías: abstracto, representado en el valor de la mercancía,  y concreto.  Un elemento central del problema del valor cualitativo es el carácter fetichista de las mercancías.  La teoría de valor de Marx difiere de la teoría de la economía clásica.
Nos explica Sweezy que Adam Smith no concebía la división de trabajo separada del cambio.  “El cambio es, en efecto, anterior a la división del trabajo y causa de ella” (Ibid, 1982:33).
Marx discrepa con Smith, niega que la división del trabajo esté vinculada al cambio.  La producción de mercancías es una forma de la vida económica.  El economista además de investigar las relaciones cuantitativas que surgen de la producción de mercancías, debe fijarse en las relaciones sociales subyacentes en las mercancías  (Ibid, 1982:35).  Sweezy nos hace esta reflexión: las tareas de la economía política son tanto cuantitativas como cualitativas.  Se considera la economía política una ciencia social de las relaciones entre personas y el valor de uso expresa la relación entre el consumidor y el bien.  Como el valor de uso no facilitaba una relación social, Marx lo excluía de la investigación de economía política.  Para él las categorías debían ser sociales representando relaciones entre personas.  Esto es totalmente contradictorio a la teoría económica moderna. 
La clave de la teoría de valor de Marx: “el cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productores individuales.  …el hecho de que las mercancías de que se trata son productos del trabajo humano en una sociedad basada en la división del trabajo…”  (Ibid, 1982:37).  Para Marx, el “valor que yace oculto detrás” del valor del cambio es la expresión de las relaciones sociales del trabajo.  Marx dice que el trabajo es la sustancia del valor (Ibid, 1982: 39).  El trabajo abstracto equivale a trabajo en general y es característica de toda actividad humana productiva. 
El análisis marxista del capitalismo empieza con la teoría del valor cualitativo con su base en la doctrina del Fetichismo de la Mercancía.
III.    EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO
Podemos decir que es esencial aplicar en nuestra sociedad y producción de ella el valor que adquiere el trabajo, tenemos que diferenciar la producción de los miembros así como su organización y distribución. Todo ello regulado por un sistema de leyes que rigen la actividad productiva de nuestra sociedad, en ello descubrimos formulación y teorías como es la teoría del valor cuantitativo, con fin de descubrir una parte de las leyes que rigen nuestra sociedad en la actividad productiva. En el cambio de mercancías por otras o de los propios servicios, hay una cantidad del valor de ellas que se deshace en el propio cambio. El valor de una mercancía esta cargado en primer lugar por el valor trabajo, que es socialmente necesario como el tiempo para producirlo. Aquí tenemos la variación que dependiendo del esfuerzo del trabajador así como su cualificación, surge la subdivisión según la cualificación del empleado sea necesaria así será su retribución, así como la cuestión de la habilidad que se desemplee en la producción. Son estas las características que hacen que los más cualificados no solo se preocupen de desarrollar su trabajo sino de supervisar el trabajo de los demás. Las cualidades que rodean a un buen empleado suelen ser vigor, destreza inteligencia, ambos para el trabajo simple como para el cualificado. El error usualmente cometido es creer que en el capital introduce toda la teoría del valor cuantitativo, parece creer que es un modo de evitar incomprensiones que podrían presentarse en su estudio.
En la sociedad funciona un sistema de oferta y demanda de empleo, como una mercancía mas, hay una teoría que incluye el estudio de la oferta y la demanda según sus precios, esta teoría de la oferta y demanda del trabajo nos demuestra que hay varias fuerzas que rodean a esta  estudio, dando así un sentido mas equilibrado a este sistema salvaje mediante un poder que legisle esos valores, es decir corregir las desviaciones que surjan entre oferta y demanda así como el precio del trabajo, que el precio del mercad coincida con su valor real, el problema del valor cuantitativo es que es un valor muy amplio que embarga las diferentes esferas del sector trabajo y que no se puede prescindir de las demandas del consumidor. Deducimos dos razones de las teoría de la opción de los consumidores en el mercado laboral, la primera es la demanda efectiva parcial a las necesidades de los consumidores, la distribución del ingreso  que estructuran la sociedad, esta hecha para tener en cuenta las relaciones productivas , en donde Marx diseñara las necesidades de los consumidores, determinara la asignación de los esfuerzos productivos en sociedad, el segundo factor relaciona los cambios que se producen en cualquiera otra identidad., pensar que las necesidades de los consumidores entran en una categoría de elementos reactivos de la vida social, requerimientos físicos o biológicos,. Una existencia determinada por su conciencia, por ejemplo el interés mostrado por el cambio económico, se han visto en la practica a reconocer la primacía de la producción y de la distribución del ingreso.
Según Marx la ley del valor resume las fuerzas productivas que ejercen en una sociedad, las producciones de mercancías, la cantidad, asignación de la fuerza de trabajo todo ello para satisfacer las necesidades de la sociedad, la ley del valor es una teoría de equilibrio esencial para el desarrollo de nuestra sociedad, un orden en un caos, su función explica como sucede y cual es el resultado. Según la asignación de la actividad y su control, la ley del valor pierde su importancia, surge la planeación socialista que busca ocupar la misma posición de la teoría del valor en una economía política.
El valor y su presencia en la producción pertenecen a la teoría del dinero y lo califica como precio de producción, los precios derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales, la opinión que ha prevalecido en la crítica angloamericana es que la teoría del precio de la producción no contradice a la teoría del valor.
El elemento del monopolio en la economía dificulta este concepto de la ley del valor, el control de la oferta por poder monopolista. Aquí la demanda adquiere un carácter especial por la cantidad producida que no hay competencia de producción, las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio en cambio no las cualitativas.
IV.    PLUSVALÍA Y CAPITALISMO
Debemos de ser consciente que son términos muy diferentes el capitalismo de la producción de mercancías, ya que es en el capitalismo donde todos los productos toman el concepto de mercancías, de igual modo que la producción de mercancías no implica solo capitalismo.
La propiedad de los medios de producción corresponde solo a un conjunto de individuos, tanto los medios de producción como las fuerzas de trabajo, son mercancías tienen un cambio y también tienen un valor. La compra y venta de fuerzas de trabajo es la diferencia principal del capitalismo. En el capitalismo se vende y se comprar con necesidad de satisfacer nuestras necesidades vendiendo y comprando mediante una transacción llamada dinero.
Podemos decir que los economistas ortodoxos, de que la adquisición de plusvalía como incentivo de la producción, proviene de una característica innata de la naturaleza humana para advertir cuán hondo es el abismo que separa la economía política marxista de la ortodoxa. Tendremos a menuda la ocasión de volver sobre este punto; mientras no se le haya entendido cabalmente, no puede hablarse de una genuina compresión de Marx.
Para descubrir el origen de la plusvalía es necesario ante todo analizar el valor de la mercancía fuerza de trabajo. Cuando decimos que la fuerza de trabajo es una mercancía, no queremos decir que el trabajo mismo sea una mercancía. Esta distinción debe ser cuidadosamente tomada en consideración.
El capitalista toma a salario al obrero para que éste vaya cierto día a su fábrica. Compra la capacidad de trabajo del obrero, su fuerza de trabajo; pero hasta aquí no se trata del gasto de cerebro y músculo que constituyen el trabajo real.
El trabajo en otras palabras, es el uso de la fuerza del trabajo, exactamente como, empelando la analogía de Marx, la digestión es el uso del poder de digestión.
La fuerza de trabajo es el trabajador mismo. En una sociedad de esclavos esto es obvio, ya que lo que  el comprador adquiere es el esclavo y no su trabajo. Bajo el capitalismo, sin embargo, el hecho de que el contrato de trabajo sea legalmente limitado o terminable. Puesto que la fuerza de trabajo es una mercancía, debe tener un valor como cualquier otra mercancía.
Volveremos más tarde a este problema. Por el momento debe advertirse en particular lo que sigue: que el valor de la fuerza de trabajo se reduce al valor de una cantidad más o menos precisa de mercancías ordinarias.
Es claro que la plusvalía no puede surgir del mero proceso de circulación de mercancías. Si todos pretendiéramos obtener una ganancia elevando sus precios, digamos en un diez por ciento, el único resultado sería la elevación de los precios en general  lo que a nadie beneficiaria. Parece ser igualmente obvio que los materiales que entran en el proceso productivo no pueden ser la fuente de la plusvalía.
Es verdad por supuesto, que de los materiales y la maquinaria se puede decir que son físicamente productivos, en el sentido de que la mano de obra que trabaja con ellos puede rendir una producción mayor que la mano de obra que trabaja sin ellos, pero la productividad física en este sentido no debe confundirse bajo ninguna circunstancia con la productividad de valor.
El capitalista compra la fuerza de trabajo en su valor, es decir, paga al obrero como salario una suma correspondiente al valor de los medios de subsistencia del obrero. Pero significa que después de seis horas de producción el obrero ha añadido al valor de los materiales y la maquinaria usaos, el valor adicional suficiente para compensar sus propios medos de subsistencia. El capitalista, podría vender el producto por lo exactamente suficiente para rembolsar sus gastos.
En las últimas seis horas, el obrero continúa agregando valor, pero ahora es un valor en exceso del necesario para compensar sus medios de subsistencia; es en suma, plusvalía que el capitalista puede tomar para sí.
La llana lógica de ese razonamiento puede expresarse de un modo más sencillo. Con su trabajo de un día el trabajador produce más que los medios de subsistencia de un día. La jornada de trabajo puede dividirse en dos partes, trabajo necesario y trabajo excedente. Bajo las condiciones de la producción capitalista el producto de trabajo necesario va a poder del obrero en forma de salario mientras que el capitalista se apropia el producto del trabajo excedente en forma de plusvalía.
Fenómenos que están presentes en todas las sociedades en la que la productividad del trabajo sea elevado por encima de cualquier mínimo. Lo específico del capitalismo es la explotación de la población por otra, se asuma esta producción de explotación en forma de plusvalía.
Los componentes de valor de los materiales y la maquinaria no sufren ninguna alteración cuantitativa de su valor y es denominado capital constante “C”. La segunda parte del componente del valor es la fuerza de trabajo que tiene una gran alteración de su valor y produce una plusvalía que puede variar según circunstancias. Podemos decir que es el capital variable “V”.
La tercera parte es la propia plusvalía “P” tratada como una mercancía. Esta simulación es la versión simplificada de los balances modernos redondeada en entradas brutas, ventas, capital, desembolso, depreciación y sueldos.  Dentro del capitalismo el producto del trabajo cobra valor en forma de dinero y esta determinado por tres factores, el tiempo, cantidad y cualificación, que determina lo producido, consumido y los excedentes, es decir la productividad total dentro de su trabajo,  estudiar la movilidad del trabajador y la retención ejercida en función de la percepción del trabajador son cosas indispensables en el sistema capitalista.
El capital variable es parte del capital total usado en la producción, siendo asi la composición orgánica del capital. Las tasas de ganancia es la parte de la plusvalía en proporción al desembolso total de capital, aquí el capitalismo utiliza la tasa de ganancia sobre la inversión en x tiempo.
SEGUNDA PARTE
EL PROCESO DE ACUMULACIÓN
V.    LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA
Sweezy a lo largo de su obra continúa abordando el concepto de “reproducción simple” refiriéndose a un sistema capitalista que mantiene las mismas dimensiones y proporciones. Para que este hecho se pueda llevar a cabo los capitalistas deben reponer anualmente “el capital gastado o usado y empleen toda su plusvalía en el consumo; y que los obreros gasten todo su salario en el consumo” (Ibid, 1982:87). Lo que significa como aclara el autor que “el valor del capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas dedicados a producir medios de producción” (Ibid, 1982:89). Por tanto, este concepto alude a una característica esencial del sistema capitalista como es su constante interés de “ampliar el capital” (91), de manera que parte de su plusvalía se convierte en capital adicional. Esta acumulación le permite poder poseer aún más plusvalía, que se vuelve a convertir en capital adicional y así sucesivamente. Este deseo de acumulación proviene del deseo del capitalista de aumentar el valor proviene de la posición que va a ocupar dentro de la organización de la producción social, ya que “el éxito en la sociedad capitalista consiste en aumentar el capital propio” (92) pues si no se continúa el camino  de la acumulación, se encuentra en el peligro de perderlo todo. En el análisis marxista se parte de que “la acumulación implica un aumento en la demanda de la fuerza de trabajo”, sin embargo, como apunta Sweezy la “fuerza de trabajo” no es una mercancía ordinaria, que ante una subida de la demanda de la misma aumentaría el precio de ésta. (96) Por tanto, era necesario ofrecer una respuesta a esta cuestión. Ricardo ofrecía la respuesta a través de la teoría de la población, sin embargo, Marx apunta otra argumentación. Para encontrar las causas de qué era lo que retenía a los salarios, Marx apuntó hacia la ideal del “ejército de reserva”, es decir, “obreros desocupados, que mediante su competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia abajo, en el nivel de salario” (100), su origen viene especialmente de aquellos que han sido desplazados por la maquinización del trabajo. De manera que “mientras más fuerte sea la tendencia de los salarios a subir, más fuerte será también la presión del ejército de reserva para contrarrestarla y viceversa” (101). Junto a esta destrucción del trabajo a través de las máquinas, las crisis y las depresiones se convierten en un factor importante para reconstruir “el ejército de reserva”. (102)
VI.    LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE LA GANANCIA
Por otro lado, otra de las leyes fundamentales de Marx es la “ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia”, donde se demostraba que ciertos obstáculos internos se oponían al “desarrollo indefinido de la producción capitalista” (109). Para ello Marx enuncia seis causas “que contrarrestan la tasa descendente de ganancia”. En primer lugar, “el abaratamiento de los elementos del capital constante”, donde el uso creciente de la maquinaria disminuye el valor por unidad del capital constante (111); en segundo lugar, “el aumento de la intensidad de la explotación”, como por ejemplo con la prolongación de la jornada de trabajo; “la depresión de los salarios más debajo de su valor”, “la sobrepoblación relativa, pues con la existencia del ejército de reserva conduce a la creación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja y una tasa de ganancia relativamente alta (112) y el “comercio exterior” al abaratar los elementos del capital constante. A pesar de todo, Sweezy realiza una crítica y apunta que lo que se puede decir sobre este tema es que “la tasa de ganancia bajará si el porcentaje de la plusvalía es menor que el porcentaje de la disminución de capital variable con respecto a la total” (115). Este autor en este capítulo pone de manifiesto que no es posible demostrar una tendencia descendente de la tasa de ganancia comenzando el análisis por la composición orgánica ascendente de capital (118). Lo que sí queda claro, es que la “composición orgánica del capital tenderá a restablecer la tasa de plusvalía, y en esa forma, a acrecentar el volumen de la plusvalía más allá de lo que éste hubiera sido en ausencia del aumento de la composición orgánica del capital” (119). Por otro lado, el autor apunta a una serie de fuerzas que son claves a la hora de deprimir por un lado, y elevar, por otro, la tasa de ganancia. Aquellos factores que la deprimen son: los sindicatos, la acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Por otro lado, aquellas fuerzas que elevan la tasa de ganancia son: las organizaciones patronales; exportación del capital; formación de monopolios y acción del Estado en beneficio del capital. 
TERCERA PARTE
CRISIS Y DEPRESIONES
VIII.     LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS
A lo largo del capítulo, el autor dice que el estado juega un papel importante en el proceso económico, no solo político. Aquí presenta un tratamiento teórico sumario del estado que sea consecuente con las numerosas observaciones dispersas de Marx sobre el asunto y que provea el suplemento necesario al cuerpo principal de principios teóricos que se refieren al desarrollo del sistema capitalista.
Sobre la función principal del estado, los marxistas tienden a considerar el estado como una institución establecida en interés de la sociedad para fines de mediación y conciliación de las clases sociales (lo mismo que el sistema de relaciones de propiedad; porque esas relaciones de propiedad definen y demarcan la estructura de clase de la sociedad). Frente a esta teoría, la teoría de la dominación de clase, que el estado es hijo de la clase dominante (beneficiario) de relaciones de propiedad que él tiene la obligación de hacer efectiva la estructura de la clase misma. En la sociedad capitalista, la dominación de clase y la protección de la propiedad privada son idénticos pero en término marxista no lo son.
El estado ha desempeñado un papel decisivo en el funcionamiento económico dentro de los marcos del sistema de relaciones de propiedad capitalista que garantiza. Marx examina “la lucha por una jornada de trabajo normal” en el desarrollo histórico del capitalismo inglés. Primera fase, las leyes extendieron la duración de la jornada de trabajo, segundo, la resistencia de la clase obrera y limitación del tiempo de trabajo por ley y por último, los trabajadores se ponen de acuerdo entre sí. De aquí concluye Engels que la legislación tiene un efecto tan tajante y el poder del estado es también económico y que no está excluida de los factores causales del cambio histórico.
¿Bajo qué circunstancias y en interés de quién el poder económico del estado será puesto en acción? Primero, se acude al poder del estado para resolver problemas en el desarrollo económico capitalistas y segundo, que en el sistema capitalista el poder del estado se utiliza para la clase capitalista bajo su dirección y por último, se puede utilizar también al estado para hacer concesiones a la clase obrera siempre que no ponga en peligro el sistema.
Sobre la forma de gobierno, el autor se pregunta si ¿es posible que los principios de la acción del estado que han sido examinados no tengan validez en una sociedad capitalista plenamente democrática? La teoría marxista responde que la democracia no altera la significación básica del estado en relación con la economía. La democracia soluciona los problemas de sociedad capitalista; limita la libertad de los capitalistas para el uso del estado en su propio beneficio, etc. por lo tanto la rechazaban los capitalistas.

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